Reducción de los residuos

A la hora de gestionar adecuadamente los residuos que producimos, no debemos olvidar que la jerarquía establecida en los principios fundamentales de dicha gestión establece un orden de prioridad, en cuyo primer escalón figura la PREVENCIÓN en la generación de residuos. Por eso, como opción prioritaria en la gestión de los residuos, la primera “R” siempre ha sido la REDUCCIÓN de su cantidad, confirmando aquello de que “el mejor residuo es el que no se produce”, es decir, adoptar todas las medidas posibles para que evitar generarlo.

En muchas ocasiones no somos conscientes de que en nuestros hábitos de consumo, incluso en nuestras pequeñas acciones cotidianas, podemos evitar la generación de un determinado residuo, o reducir significativamente su cantidad. Nuestra conciencia del problema y nuestra acción individual puede parecernos muy pequeña cosa, pero unidas a las de muchas más personas sensibilizadas con la conservación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, suponen una gran diferencia, y las cantidades de residuos que se pueden evitar y reducir nos sorprenderían, con el consiguiente beneficio medioambiental que ello supone.

A continuación, te presentamos algunas de estas pequeñas conductas y hábitos que pueden suponer esa gran diferencia. Indudablemente son muchos más, aplicados a otros ámbitos de producción y consumo de todo tipo de productos y recursos. También la reparación y reutilización de objetos de los que en algún momento hemos pensado en desprendernos, supone sin duda evitar la generación de residuos. Y por supuesto, tener un consumo responsable y no adquirir bienes y servicios que no nos sean realmente necesarios. Piensa en ello, sé consciente y busca la forma de reducir tus residuos.

Consejos sobre reducción en el consumo de papel-cartón

  • Siempre que sea posible, se deben utilizar los folios por las dos caras, tanto para escritura como a la hora de imprimir, fotocopiar, etc.

  • Utilizar el correo electrónico en sustitución del correo ordinario.

  • No imprimir información ni correos electrónicos innecesarios. Se pueden leer en la pantalla y guardar en formato electrónico.

  • No imprimir información innecesaria de internet. Se puede guardar la información que interese en formato electrónico, ya sea en el disco duro del ordenador o discos externos, pendrives, etc.

  • Fomentar la reutilización de libros de texto, periódicos y revistas, etc. así como el uso de libros digitales.

  • Evitar el exceso de embalaje en las compras y regalos. Reutilizar todo lo posible el papel de regalo.

  • Para productos con iguales características y similar calidad, seleccionar aquellos que no se presentan sobreembalados, es decir, con envases o embalajes innecesarios sobre el propio envase del producto (tubos de pasta de dientes, cartones de yogures, cajas de bebidas, etc.).

Consejos sobre reducción en el consumo de envases

  • En el desayuno, comida o merienda en tu centro educativo o de trabajo, es muy útil usar un “envuelvebocadillos” para llevar el bocadillo o la fruta, evitando el consumo de papel de aluminio o plástico film.

  • A la hora de usar papel de aluminio o plástico film, medir bien la cantidad necesaria a la hora de cortarlo, en relación al tamaño o cantidad de alimento a envolver.

  • Usar botellas reutilizables y rellenables para transportar agua y bebidas.

  • Consumir agua del grifo en casa, dada su buena calidad, y pedirla en bares y restaurantes, que deben proporcionarla a los clientes de forma gratuita.

  • Utilizar siempre bolsas reutilizables en las tiendas y supermercados, así como el tradicional carro de la compra.

  • Comprar productos a granel siempre que sea posible. Ya existen muchas tiendas que dispensan estos productos, en las que puedes llevar tus propios envases para rellenar.

  • Comprar envases grandes de bebidas o cualquier producto (higiene, alimentos, etc.) es más sostenible que comprarlos pequeños, pues la cantidad de envase y consiguientemente residuos es menor en proporción a la de producto.

  • Siempre que exista la posibilidad de elegir entre dos productos similares, optar por aquellos que vengan presentados con menos envases o envoltorios, evitando siempre el sobreembalaje.